“La Mamá Parece una Muñeca de Trapo: Cartas para mis Hijas”, es un libro que presenta la vida de Loreto Alarcón Meza, madre de dos hijas pequeñas, quien a sus jóvenes 35 años, sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) que transformó su vida y su maternidad.
Tras casarse, en el año 2016 nacieron sus dos hijas: Leonor y Matilde. Loreto dedicó por completo su tiempo y energía a la tarea de ser mamá, brindándoles el mayor amor posible.
Su maternidad se vio truncada cuando
El daño neurológico sufrido, impactó grandemente su núcleo familiar, separándola de sus hijas, ya que no se podía hacer cargo del cuidado de dos niñas tan pequeñas.
Actualmente Loreto vive en la casa de su madre, enfrentando una etapa donde poco a poco va adaptando su vida a esta nueva realidad.
Hoy puede ver a sus hijas regularmente, pero sin la posibilidad de vivir con ellas, forjando una forma diferente de vivir la maternidad.
Viaja por una conmovedora historia de superación, donde podemos ser testigos de que el amor de una madre es inquebrantable, a pesar de cualquier dificultad.
Con tu compra estarás ayudando a Loreto a financiar gastos relacionados con su discapacidad, como insumos médicos y cuidadoras.
«La historia de Loreto contada por ella misma, su camino a la rehabilitación y el profundo amor por sus hijas son un testimonio de fortaleza que todos deberían leer».
Anita Fernández
«Este libro es escuchar hablar el silencio, es ver fluir el agua cristalina del amor… es un ejemplo puro, de amor explícito de madre».
Patricio Alarcón Carvacho, papá de Loreto.
¡Hola! Soy Loreto Alarcón Meza, una mujer profesional, joven, alegre y madre de mellizas, quien en mayo del 2019 sufrí un ACV que cambió mi vida.
Estudié medicina veterinaria y Flores de Bach para mascotas, decisión esperable ya que desde niña demostré mi gran amor por los animales. Mi vocación me llevó a estudiar diferentes investigaciones y publicaciones para trabajar terapia floral con animales, lo que complementaba con mi profesión de veterinaria.
Previo al ACV dedicaba el total de mi tiempo y energía a la tarea de ser mamá, brindándoles el mayor amor posible. Situación que cambió rotundamente tras mi accidente, que me separó de mis hijas, ya que no me podía hacer cargo del cuidado de dos niñas tan pequeñas.
Actualmente vivo en la casa de mi mamá, enfrentando una etapa donde poco a poco voy adaptando mi vida a esta nueva realidad. Hoy puedo ver a mis hijas regularmente, pero sin la posibilidad de vivir con ellas, forjando una forma diferente de vivir mi maternidad.